-El olor de la Heineken recién destapada es incomparable- me dijo mirándome mientras agarraba la botella y el abridor.
-No se si es la malta, la cebada o el lúpulo pero ese olor tan
característico. Es más notorio y definido con esta cerveza, apenas
abierta ya roza la perfección.-
- Tienes que hacer del primer vaso un ritual- dijo acercando su rostro al pico de la botella al mismo tiempo que el abridor.
- Acércate en silencio y escucha.-
- Más cerca, vas a escuchar no solo el ruido del gas al salir de la botella sino también al salir de la cerveza.-
Abrió la cerveza con nuestras cabezas pegadas a la botella, algo me incitaba a seguirle la corriente a este loco.
- El tamaño del vaso también es importante, con esta cerveza prefiero
uno de medio litro, aunque el de 330 centímetros cúbicos también es
aceptable. Es por alguna razón la medida más común. Cuando la sirvas
fíjate la cantidad de espuma, tiene que haber un dedo por lo menos de
espuma en la parte superior del vaso.-
-Así, ves? Porque el primer
trago con espuma es importante. Ahhhhh – Lanzó ese suspiro tirándose
para atrás en la silla disfrutando esa cerveza como si fuera la mejor
del mundo.
A esta altura no podía seguir con lo mio.
- Puedo servirme lo que queda de esta cerveza en otro vaso?- La idea principal estaba descartada, un vaso y seguir mi camino.
- Por supuesto – me dijo – tengo 9 más en la heladera, sírvase hombre.-
-Preferiría dejarme el pasamontañas si no le molesta, no voy a continuar con el robo pero me sentiría extraño sin el.-
- Como guste. Una curiosidad, hincha de que equipo es?.............
