Y si, hecho esto, pasa a ser nuestro cuadro pero quién sabe, quizás coincidamos, porque la escena sigue siendo la misma.
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La noche es triste, ha dejado a su amor y sabe que esta vez no va a volver, no la criaron así. Él es hermoso pero el diablo corrompe su espíritu. Esta vez escapó, porque ya lo tenía decidido de antemano, ya tenía el bolso escondido cerca de la puerta. Es patético saber el desenlace y sin embargo esperar distinto resultado, saber que cuando vuelva del póker el alcohol ya lo convirtió en otro, el violento. Hoy se fue y no sabe ni piensa que hará mañana, solo sabe que se fue.
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El día de oficina fue duro, salió solo con 5 dólares en el bolsillo, es decir que la noche será corta porque cuando llegue a casa sabe que se servirá un whisky y se acostará a pensar que es lo que está mal en su vida. La diferencia esta noche es la indiferente pelirroja. Sentarse a la par no alcanza, repasa en su mente las diferentes formas de entablar conversación pero no logra elegir la indicada. Quizás una mujer tan hermosa logre darle un sentido a todo, a su trabajo a su vida, para encontrarle el gusto o tener el valor de tirar todo por la borda, paradójicamente valor es lo que le falta para decidirse a hablarle.
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Todo está mal, la noche empezó mal y sabe que va a terminar mal y aún así se queda esperando que aparezca Mike. El bar siempre está vacío, por eso planearon el golpe. El mundo se reúne en este bar durante el día pero las oficinas se vacían y la gente luego de unos tragos vuelve a su casa, pero esta noche no, después de tanto planearlo esta noche no, esta noche dos tórtolos se quedan en el bar sin hablarse. Parecido a su matrimonio, pero para no hablarse mejor se hubieran quedado en casa. Mike tiene madia hora de demora, no suele demorarse salvo cuando se emborracha, pero no lo haría un día de trabajo, lo planearon hace una semana. Definitivamente algo anda mal y Mike lo supo.
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Si trabajara al frente en este momento ya estaría en su casa, o quizás con amigos, sin la preocupación de levantarse un sábado temprano. Lo que grita esa oficina vacía al frente es lo que siempre quiso, lo que cada tarde cuando entra en su turno anhela. Si hubiera estudiado cuando pudo. Esta noche para variar hay gente, pero cada uno en su mundo, si él fuera uno de ellos que feliz estaría en este momento, haría del bar un boliche.
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